lunes, 25 de octubre de 2010

Dime que no me amas en voz muy baja, y con suerte no te oiré.



La habitación estaba a oscuras. Tan sólo un rayo de luz de aquella luna pálida y fría que vigilaba la noche, se asomaba entre las finas cortinas, movidas por una dulce brisa compasiva.
Entreabrí la puerta sin hacer mucho ruido. Él estaba sentado en la cama, con los botones del pantalón desabrochados, mirando al techo y preguntándose cómo podía haber caído en tal chantaje.
Mi chantaje.

Me besó, dejándome con la palabra en la boca.
- No puedo contra ti… -Me besó nuevamente-. Sabes… que te quiero… -Me besó, y de esta vez no paró.
No quise que parara.
Quise que me abrazara y lo hizo. Quise que me acariciara y lo hizo. Quise que me hiciera el amor…
Se quitó la camisa, ya medio desabrochada. Sus labios recorrieron la curva de mi cuello, sus manos se hundieron en mi pelo, y su cuerpo se pegó al mío.
Quise todo aquello y más.
Me quitó la blusa. Luego, el cinturón, al suelo, los pantalones, al suelo, los suyos, al suelo.
Volvió a sentarse en la cama. Me senté a horcajadas sobre él.
Quise que me hiciera el amor y lo hizo.

quiero encontrarte.


domingo, 24 de octubre de 2010

Las sonrisas de aluminio se derriten más rápido.


Jodido Poeta.
Me dedicaste unos cuantos versos y te fuiste.
Amo de las rimas, dueño de las mentiras.
Escribiste nuestro mundo, en un trocito de papel roto y arrugado.
Maldito guitarrista de las palabras.
Revolviste la poesía que tanto anhela mi corazón.
Jodido Poeta.
Vuelve, por favor.





domingo, 17 de octubre de 2010

Miopes del Corazón.


Dichoso seas,
caprichoso corazón,
que quieres siempre lo que no tienes.
Dichoso seas,
caprichoso corazón.

(n.m.g)

jueves, 14 de octubre de 2010

Dejé que la brisa se llevara mis susurros.



Impotencia.
Impotencia porque no sé sentir.
No sé reír, ni sufrir.
Impotencia porque soy de frío mármol.
Impotencia porque no sé latir.

sábado, 9 de octubre de 2010

Un ápice por ti.




Me abrazó tan fuerte que mi llanto no pudo oírlo nadie más que él.

Le miró con el mismo amor con el que le había mirado tantas veces.
En nuestra historia siempre quedaría la frase sin terminar, de nuestro amigo. Nuestro pequeño amigo M.




Fragmento de “Quiero Encontrarte”, Capítulo 72.
Texto modificado en honor a la memoria de Manuel Jesús, por el que caeremos con firmeza sobre las tierras de Santiago. Octubre de 2011.
Tus amigos siempre te recordaremos con la misma dulzura que descansaba en tu mirada.