lunes, 27 de diciembre de 2010

Tu soledad es ahora la mía.


Siento que camino sin rumbo ni destino. Trato de llegar hacia a ti, hacia donde estés.
Un lugar sin dirección, sin kilómetros a seguir, a donde no llega el viento y ni siquiera la soledad. No tiene horas, ni suelo firme que pisar, ni siquiera notas que escuchar.
Solo sé que allí estarás tú y es a donde quiero llegar.


n.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Algún día mi corazón dejará de preguntar por ti.

- ¿Por qué me miras?
- Aún no lo sé. Supongo que eres de esa clase de chicas a la que todos miran.
- No sabes que clase de chica soy.
- Seguramente de las que hay más de cien personas mirando a cada instante.
- Te equivocas.
- Pues dime, ¿qué clase de chica eres?
- De las que no le gusta que le miren cien personas, de las que le gusta que de cien personas tan solo le mire una. ¿Y tú? ¿Qué clase de chico eres?
- Soy el que te mira entre cien personas.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Te prometo las hojas del otoño, las horas de mi tiempo.


¿Qué pasaría si me hundiese en lo profundo del océano?
Como una antigua embarcación, que ya no puede mantenerse a flote.
Mi casco se despedazó en aquel largo y peligroso viaje.
En proa, aún queda el recuerdo de aguas tranquilas. En popa, se encierra el restante de mis temores.
¿Mi rumbo? A babor, las aguas se llevaron mi sentido.
A estribor, el océano me robó el corazón.
Capitanes, marineros y tripulación, almas perdidas, cuerpos sin vida.
En el faro, la luz nos abandonó a nuestra suerte.

Pequeña embarcación, sin norte ni sur, sin este ni oeste.
¿De dónde sopla el viento?
Es poniente, en nuestra partida, y debería ser levante en nuestra llegada.

Mi ancla en lo más profundo descansa. Las aguas frías y gélidas del océano, hunden este barco solitario, que por más que quiera, a puerto nunca llegará.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Ni hay final ni hay princípio, tan sólo caminamos en círculos.

La diferencia entre tú y yo.
Tú me ves, yo te miro.
Tú me oyes, yo te escucho.
Tú te vas, yo siempre vuelvo.
Tú estás, yo me quedo.
Yo, por ti muero, tú tan sólo suspiras.



La diferencia entre tu y yo: Tú quieres y yo amo.